LA TECNOLOGÍA EDUCATIVA EN LA ACTUALIDAD
La Tecnología Educativa después de sufrir una cierta pérdida de horizontes conceptuales y de peso e influencia en los ámbitos académicos de la pedagogía (por las causas anteriormente apuntadas: indefinición interna de los límites y objeto de estudio de la misma, cuestionamiento de sus aportaciones, rechazo de su visión eficientista de la enseñanza, poco impacto y utilidad de su conocimiento en la mejora de la educación escolar), en la presente década nuevamente, tanto en el plano nacional como internacional, la TE ha vuelto a convertirse en un centro de atención relevante dentro del campo educativo(6). El acelerado cambio económico, social, político y cultural en el que están inmersos el conjunto de países industriales avanzados - generado, entre otras causas, por el poderoso impacto y desarrollo de las Nuevas Tecnologías de la Información y Comunicación (NNTT)- ha provocado que los investigadores y profesionales educativos hayan tomado conciencia y estén alerta de los efectos culturales y educativos de estas NNTT sobre la ciudadanía en general, especialmente sobre la infancia y juventud, y sobre las instituciones y procesos educativos. De este modo, la Tecnología y la Educación, se está convirtiendo en un foco de atención o programa de investigación y docencia claramente identificable en la comunidad pedagógica internacional que aglutina a distintas áreas de las Ciencias Sociales como son la Teoría de la Educación, la Teoría del Currículo, la Sociología de la Cultura, la Psicología Social, la Teoría y Filosofía de la Comunicación,..., y por supuesto a la Tecnología Educativa. Nos encontramos pues, ante un nuevo contexto sociopolítico, cultural y educativo que requiere lógicamente la identificación y formulación de los nuevos problemas educativos. Pero para ello precisamos de plataformas epistemológicas y perspectivas bien diferenciadas de la tradición teórica utilizada por la Tecnología Educativa en las décadas precedentes.
Hoy en día, la situación, a mi modo de ver ha cambiado en un sentido positivo (o por lo menos está en proceso de cambio). Por una parte, se ha incrementado notablemente el número de estudios, trabajos, ensayos, proyectos, tesis,…, que se desarrollan en las distintas universidades, tanto españolas como de otros países, vinculadas con la Tecnología Educativa. Cuantitativamente el panorama ha mejorado y mucho. El aumento de la producción de trabajos (en forma de libros colectivos, de artículos en revistas, de documentos electrónicos en la Red, de comunicaciones a Congresos, de informes de investigación) es un hecho palpable.
Por otra parte, en estos últimos años se ha producido una convergencia del interés investigador hacia una línea o ámbito temático prioritario: las aplicaciones educativas de las nuevas tecnologías de la información y comunicación. La indefinición conceptual y la variabilidad en los problemas y metodologías de estudio están desapareciendo para focalizarse en la temática aludida. Internet, la teleformación y el multimedia educativo son los ejes temáticos que aglutinan gran parte de las publicaciones y estudios realizados en el último lustro por los investigadores españoles.
Ciertamente es consecuencia de los tiempos que corren. De repente Internet, las redes de ordenadores han irrumpido en nuestra vida cotidiana. Han saltado desde los laboratorios de las universidades norteamericanas a los despachos de las empresas y las mesas de trabajo de los hogares. Casi sin darnos cuenta, Internet se ha convertido en el espacio de investigación propio de los tecnólogos educativos dejando de lado a otros temas/problemas educativos vinculados con los medios y la educación8. La producción de software educativo en formato multimedia y difundido a través de discos digitales (bien en CD-ROM, bien DVD); la oferta de educación a distancia a través de Internet mediante campus virtuales, cursos de teleformación, ...; la incorporación de las tecnologías digitales a los centros y aulas escolares; la financiación por parte de las administraciones públicas de proyectos vinculados con e-learning; los planes de alfabetización tecnológica emprendidos por las distintas administraciones públicas, etc., son evidencias palpables de la etapa fructífera en la que se encuentra la Tecnología Educativa en este comienzo del siglo XXI.
En estos momentos el territorio o espacio de estudio de la Tecnología Educativa son las relaciones o interacciones entre las Tecnologías de la Información y Comunicación y la Educación en múltiples planos y ámbitos de acción que podrían sintetizarse en los siguientes:
Aplicaciones educativas de Internet
- Creación y experimentación de entornos virtuales de enseñanza
- Diseño y desarrollo de programas y cursos de teleformación y/o Educación flexible y a distancia a través de redes telemáticas
- Aplicaciones didácticas de los servicios de Internet (chat, email, videoconferencia, WWW, bases de datos,…)
Medios de comunicación y educación
- Utilización didáctica de los medios de comunicación
- Educar para los medios
- Análisis de los efectos de los medios sobre niños y jóvenes
Diseño, desarrollo y evaluación de materiales educativos
- Elaboración y análisis de materiales multimedia e hipertextuales
- Elaboración y análisis de materiales curriculares
El profesorado y la integración escolar de los medios y nuevas tecnologías
- El profesorado ante las tecnologías de la información y comunicación (programas y experiencias de formación, estudios de opinión, análisis de actitudes)
- Experiencias y prácticas docentes en el uso de los medios y tecnologías
- Organización de los medios y recursos tecnológicos en el aula y centros educativos
- Proyectos y experiencias pedagógicas de la integración curricular de las nuevas tecnologías
Parece existir consenso de que las tecnologías de la información y comunicación y la educación son nuestro objeto de interés preferente. Nuestras raíces y tradición investigadora así lo avalan. Al principio trabajamos los medios como aparatos, luego nos interesaron los medios como soportes de comunicación y en especial los lenguajes a través de los que se simboliza y se representa la información, luego investigamos el impacto cognitivo de los mismos, y últimamente nos han interesado los medios como recursos usados en contextos educativos, aunque todavía poseemos una visión fragmentada y parcial de los medios y las tecnologías como objeto de estudio en relación a la escolarización como fenómeno social y cultural.